La vida es un suceso irreversible. En las cosmogonías familiares cada suceso marca de manera definitiva a todos los miembros y con el tiempo los elementos se van separando para ir armando sus propios sucesos que marcarán a alguien nuevo y así sucesivamente. En el rastreo de genealogías vamos comprendiendo muchas cosas de nosotros mismos y al crear el archivo creamos una identidad que fragmenta nuestros cuerpos.
Estos procesos no solo abren capas y capas de tiempo, también se van enlistando en aterrizajes forzosos donde el pasado nos habla y nos da forma y sentido para posicionarnos con el presente. Joaquín Seguí entiende todo esto, lo desvive, lo arma, lo integra y lo revela en su trabajo.
El archivo familiar siempre deja abiertas algunas heridas, construye puentes entre las distancias o los abandonos, va uniendo líneas de tiempo, espacios geográficos y sobre todo nos da una excusa para comprendernos desde el lugar en el que estamos posicionados. Todo es irreversible, pero todo también es un pasado perpetuo que se puede ir modificando y ampliando con el arte.

Horacio Warpola