La octava sesión de Garage Digital se convierte en una plataforma que articula dialogos entre lo digital y lo analogo, lo tangible y lo inmaterial, mediante las propuestas de cuatro artistas visuales seleccionades: Margara De Haene, Mauricio Moreno, Cecilia Osalde y Eduardo Cornejo.
Esta exposición colectiva aborda las complejidades de los territorios, aludiendo a paisajes construidos no solo por la materia, sino por ideas, memorias y tecnologías que, aunque invisibles o desfasadas, siguen modelando nuestra experiencia del mundo. Las obras exhibidas exploran estos terrenos, ya sea a través del uso de tecnologías obsoletas, la transformación de objetos desechados o la construcción de narrativas que desafían nuestra percepción del espacio.
Margara De Haene explora el límite entre el tiempo, la naturaleza y la tecnología. A través del contraste entre el uso de técnicas entre la fotográfica analógica y la generación de algoritmos contemporáneos, De Haene indaga cómo la tecnología redefine nuestra percepción del paisaje.
Mauricio Moreno introduce en esta exposición una reflexión crítica sobre el consumo tecnológico y su impacto medioambiental. Utilizando materiales no convencionales como la luz, los espejos y componentes electrónicos, plantea una conversación sobre el reciclaje de materiales obsoletos y la huella ecológica de nuestra sociedad hiperconectada.
Cecilia Osalde centra su práctica en el diálogo entre lo digital y lo análogo. Mediante la gráfica, el video y el sonido nos revela arquitecturas transformadas, no sólo físicas sino también virtuales, que proponen una expansión creativa más allá de lo individual hacia una construcción colectiva.
Eduardo Comejo nos invita a su universo, donde el fan fiction se convierte en un recurso para explorar narrativas alternativas y resignifica personajes para articular sus propias ficciones personales, permitiendo al espectador participar activamente en la construcción de multiples lecturas.
Les artistas seleccionades para Garage Digital proponen no sólo obras, sino experiencias que invitan a una reflexión profunda sobre nuestro tiempo, nuestros territorios y los imaginarios que habitamos. Territorios Intangibles se convierte en un espacio donde lo que no se puede tocar, cobra presencia, revelando que el arte en un territorio en constante expansión, en el que los límites son siempre porosos y las posibilidades infinitas.
Anabel Becerril Hernández
Mónica Aguilar González
Nancy Mookiena